Comunicado de CNT-AIT Alicante ante los graves hechos del 20M

Durante la tarde del sábado 20 de marzo, CNT-AIT Alicante, junto con otrxs vecinxs, asambleas y organizaciones afines, conformamos una modesta manifestación en pro de la libertad de expresión y la amnistía total de los presos políticos e ideológicos. Conocedores de la pretendida incompetencia de las fuerzas de “seguridad”, la manifestación fue comunicada la semana del 9 de marzo hasta en TRES ocasiones, de forma presencial, telefónica y telemática, mediante el formulario oficial en el que consta el nombre de CNT-AIT Alicante, el nombre y documentación de uno de nuestros

compañeros, y la descripción detallada del recorrido de la manifestación, que deberá discurrir con normalidad desde las escaleras del Mercado Central de Alicante hasta su conclusión en la plaza Dr. Gómez Ulla, junto al Museo Arqueológico de Alicante.

Hasta dos horas antes contemplamos, no sin mucha sorpresa, el enorme despliegue policial que comienza a acordonar la zona del Mercado Central, donde nos estarán esperando dos furgones repletos de agentes y otros tantos coches patrulla, a los que a lo largo de la hora posterior al inicio de la manifestación se irán uniendo nuevos furgones y nuevos agentes, llegando al punto en que la cantidad de efectivos de la policía superaba ampliamente a la cantidad de manifestantes, que debido a la total falta de solidaridad y compromiso de ciertos colectivos provocó que no fuéramos más de 40 compañerxs.

Y aquí comienza el circo al que tan acostumbrados nos tienen los cuerpos represores.

Al comienzo de la manifestación, antes incluso de abandonar el punto de inicio, uno de los agentes se acerca al compañero cuyo nombre consta en la comunicación, reconociéndole como responsable, e informándole de que “la manifestación no ha sido comunicada”. No cabemos en nuestro asombro, pues para no haber sido comunicada, el dispositivo policial parece tener bastante claro nuestro horario, y como veremos a continuación, nuestro itinerario.

Durante la siguiente hora, la manifestación transcurrirá pacíficamente y sin incidentes, constantemente rodeados por un ejército de agentes y vehículos policiales que, mágicamente, abren camino con una antelación de media hora a través de nuestro EXACTO recorrido, cortando las calles precisas, explicando a los vecinos curiosos que se trata de una manifestación peligrosa e ilegal, y colocando un desproporcionado dispositivo represor en el punto final de la manifestación, generando alarma y nerviosismo entre la gente del barrio. A lo largo de este recorrido observaremos además, numerosos intentos por parte de agentes de paisano para infiltrarse entre los manifestantes, además de los que cámara en mano intentan grabarnos con detalle.

Finalizada la manifestación, y ante la total ausencia de incidentes por nuestra parte, imaginamos que los mandos policiales, como viene siendo ya costumbre, necesitan justificar este esperpéntico despliegue de medios, con lo que comienza el número estrella del circo. La policía comienza a identificar a grupos de jóvenes que se habían sumado a la manifestación, comienzan a identificar también a compañeros y compañeras de CNT-AIT Alicante, así como de los demás colectivos que nos acompañan, comenzando un asedio total a la cercana sede de nuestro sindicato, donde comienzan a emboscar a lxs compañerxs que marchan hacia sus casas para identificarlos y proponer sanciones basadas en las normas anti-covid, alegando motivos tan absurdos como que “tras la manifestación les habían visto en grupos de seis personas”. Ocuparán descaradamente la puerta de CNT-AIT Alicante, esperando a aquellos que salían para proceder a identificarles, y no contentos con toda esta coacción, llegan al extremo de bajar un ariete de uno de sus furgones con la clara intención de utilizarlo contra la puerta de nuestra sede. Este asedio se mantendrá hasta la hora del

toque de queda por parte de multitud de vehículos policiales y agentes de paisano en una vergonzosa cacería que concluirá con más de 15 compañerxs propuestxs para sanción, cuya única falta fue participar en una manifestación, una manifestación que resultó ejemplar en su comportamiento, no llegando a producirse ningún tipo de incidente ni altercado antes, durante, ni después de su conclusión, demostrando una vez más que la única violencia es la ejercida por los cuerpos represores del estado, que intentan coartar nuestro derecho fundamental a manifestarnos, criminalizándonos por nuestras ideas, militarizando barrios enteros con el único objetivo de silenciarnos, amedrentarnos, e infundir miedo en el pueblo.

¡NI NOS CALLARÁN NI DOMESTICARÁN!

¡CON LA CNT-AIT NO SE JUEGA!